martes, 7 de diciembre de 2010

Sin novedad en el frente en las arenas políticas de América latina

Dilma Rouseff, primera presidenta electa del Brasil.
Mauro Villafuerte Valdez

El actual escenario político de América Latina confirma en buena cuenta la vigencia de una tradición política que se atreve a desmentir con los hechos aquello que tanto han neoliberal y su aplicabilidad “infalible” en América Latina, que en esta parte del hemisferio, las tendencias sociales de mercado resultan ser compatibles con las lógicas de desarrollo de los países latinoamericanos .

La pérdida de la resonancia política de Hugo Chávez en la contienda ideológica por la lucha del llamado "sueño bolivariano", va cayendo en el descrédito y el desamparo de la comunidad internacional, hecho de por sí paradójico, al constatar la solidez del apoyo popular a la gestión de Hugo Chávez, pese a la elevada inflación en ciernes, amortizada por la exportación del petróleo como producto divisa, cuyo principal comprador resulta ser nadie menos que Estados Unidos, motivo de innumerables y fallidas cruzadas de Hugo Chávez, en lo que él considera como el autentico bastión del imperialismo. No cabe duda del odio al amor hay un solo paso.

Aunque en la actualidad el régimen chavista ha perdido en forma relativa el control total del parlamento venezolano, tras los comicios de septiembre donde la oposición pese a estar fragmentada, consiguió la elección de 64 diputados, porcentaje necesario para sopesar el equilibrio de fuerzas, aunque el régimen chavista cuente aún con la mayoría, al tener 95 diputados electos, la nueva estructuración parlamentaria  podría obstaculizar las prerrogativas legislativas del Partido Socialista Unidad de Venezuela .

En forma análoga, la gestión de Evo Morales cuenta con el apoyo de los sectores amplios del país del altiplano, no obstante la facciones más conservadoras de la oposición van cerrando cada vez filas, por considerar a Evo Morales como un presidente contrario a los intereses nacionales y de sumir la conducción del país a la total bancarrota y aislándola de la inserción en la economía internacional., hecho que contrasta con el elevado nivel de aceptación de la actual gestión de Morales, quien ha llevado a cabo reformas puntuales para elevar la calidad de vida en las zonas más deprimidas de Bolivia .

La reciente elección de Dilma Rousseff como presidenta del Brasil, confirma el fortalecimiento de la izquierda moderna al cual pertenece el Partido de Trabajadores fundado por el ex presidente Luis Ignacio Da Silva. Aunque Rousseff no cuente con la locuacidad y el carisma de “Lula”, es un hecho evidente que el éxito de su campaña, desvirtúa el mito que todos los gobiernos de izquierda se tornan dogmáticos y de espaldas a la lógica internacional del mercado. Prueba congruente del eficiente trabajo de la administración Lula con un agresivo plan de ejecución de obras públicas de gran envergadura, la sostenibilidad del mercado y la promoción de la industria local brasileña; factores que en buena suma se tradujeron con un amplio y avasallante 56,05% del total de votos en las elecciones presidenciales recientes.

En la zona austral del continente la gestión de Cristina Fernández de Kirchner afronta una crisis, acompañado de una serie de reformas sociales, que contrastan con una serie de marañas de escándalos en las altas esferas de la Casa Rosada, por presuntos cargos de enriquecimiento ilícito que habrían engrosado en forma astronómica el patrimonio de la familia presidencial, hecho que fue atenuado en cierto grado por el reciente deceso de Néstor Kirchner. Aunque los acosos a la libertad de expresión con la manifiesta hostilización a medios importante como el diario El Clarín por el actual gobierno argentino desvirtúan la legitimidad de la democracia en las tierras del libertador San Martín.

En el Perú en las postrimerías del segundo mandato del presidente Alan García Pérez, el tablero político peruano se va reestructurando sobre la base de alianzas políticas estratégicas como el caso de la designación de la ex ministra del Ministerio de Economía y Finanzas Mercedes Aráoz, como candidata presidencial del APRA, hecho que causó revuelo intestino en las facciones regionales del partido más tradicional del Perú, con respuestas virulentas por parte de sus voceros oficiales, hecho que explica el cansancio, la falta de concertación y la arbitrariedad en la conducción de los destinos del partido fundado por Victor Raúl Haya de La Torre.

Las falanges políticas del humalismo, Perú Posible, Solidaridad Nacional, y la posible confirmación de la candidatura del ex ministro de Economía y Finanzas Pedro Pablo Kuczynski son el balance sintomático de la coyuntura política peruana con miras a las próximas elecciones presidenciales.

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